Plan E
Las revistas son una cosa rara. Me hablan para pedirme una colaboración para ya, en 48 horas o menos, y luego no la sacan. Luego entonces aquí la pongo. La consigna era: una ficción sobre una de las frases célebres de Vicente Fox. En este caso, ¿Y yo por qué?
Plan E
Gonzalo Soltero
Él: ¿Y por qué ya no me vas a decir Chente?
Ella: Mucha “ch”: tiene malas connotaciones de imagen: chafa, chambón, chabacano, chingüengüenchón. Y la verdad, ya con lo ranchero tenemos. Hay que empezar a preocuparnos por estas cosas. Ahora te voy a llamar Vice.
Él: ¿Cómo Vice? Si ahora soy el presidente.
Ella: Está bien. Entonces desde hoy serás mi Vice-presidente.
Él: ¿Y entonces a Moncho Muñoz ahora cómo le decimos?
Ella: Ramo. Así a todos sus asistentes les ponemos “secretarios del Ramo”. Y entre nosotros dos, quiero que tú me digas México. Es que cada vez me siento más cercana al país.
Él: ¿No será anticonstitucional?
Ella: Ay, si ya cambiaste el escudo nacional, quién te va a decir algo por esto.
Él: México...
Ella: Gracias, muchas gracias. Ahora tenemos que comenzar a actuar cuanto antes. ¿Cuál es un problema serio en México?
Él: No sé, no he leído los reportes de mis asesores.
Ella: Precisamente, que la gente no lee.
Él: ¿Y eso es un problema?
Ella: No, es un área de oportunidad.
Él: ¿Y cómo la aprovechamos?
Ella: Con un gran programa nacional: “Hacia un país de lectores”. Así todo contribuye hacia el Gran Plan.
Él: ¿Qué plan? ¿El Plan Nacional de Desarrollo?
Ella: Algo así, pero este plan incluye a ese otro y tiene metas más allá de 6 años.
Él: ¿Un Plan B?
Ella: No, un Plan E.
Él: ¿Eh?
Ella: Exacto. Primero tenemos que hacer una biblioteca enorme. Una megabiblioteca.
Él: Pero no hay presupuesto para libros.
Ella: No importa, leerán libros electrónicos. Imagínate cuantos arbolitos y arbolitas vamos a salvar. Además, así aprovechamos la donación del señor Rejas.
Él: ¿Cuál señor Rejas?
Ella: Pus el de las Ventanas, Vice: Vil Rejas, el que nos hizo la donación para llenar de computadoras las bibliotecas públicas. De los e-libros nos seguimos con el e-gobierno.
Él: ¿Por qué no gobierno-e? ¿Qué no iría así en español?
Ella: Es que así logramos una sinergia entre lenguaje y tecnología a través de procesos transversales.
Él: ¿Eh?
Ella: Ves. Precisamente por ahí va el Plan E. No te preocupes, ya entenderás cuando la Fase 2 entre en vigor y estos dos planos se toquen: el e-gobierno y los nuevos lectores. Esto nos permitirá una entrada triunfal a e-México. Mientras tanto, tú tienes un papel fundamental: emitir de manera sistemática una serie de frases erráticas que distraigan a todo mundo, para que podamos seguir tranquilamente con el desarrollo del Plan E.
Él: ¿Y yo por qué? Si somos 100 millones de mexicanos.
Ella: Genial, ésa la guardamos para un momento de crisis. Sigue así. Invéntate una para cada mes. Si puede, para cada semana.
Él: No, pregunto en serio. ¿Y yo por qué? ¿Por qué me elegiste a mí?
Ella: Para seguirte en todo, Vice. Y hablando de transiciones, el paso siguiente sería un programa de sustitución de importaciones en tecnología.
Él: ¿Para traer e-libros?
Ella: No, Vice. Vamos a traer la civilización. ¿Qué es eso de chutarse un tache y que le manchen a uno el dedo por el resto de la semana? Vamos a traer esas máquinas supermodernas de votación y conteo de votos que tienen en Florida. Eso lo enlazamos con las computadoras, que va a ser lo único que puedan leer la mayoría de los ciudadanos y listo.
Él: Ya me perdí. ¿Hacia dónde vamos, México?
Ella: Elemental, mi querido Vice. Hacia un país de e-lectores.
Plan E
Gonzalo Soltero
Él: ¿Y por qué ya no me vas a decir Chente?
Ella: Mucha “ch”: tiene malas connotaciones de imagen: chafa, chambón, chabacano, chingüengüenchón. Y la verdad, ya con lo ranchero tenemos. Hay que empezar a preocuparnos por estas cosas. Ahora te voy a llamar Vice.
Él: ¿Cómo Vice? Si ahora soy el presidente.
Ella: Está bien. Entonces desde hoy serás mi Vice-presidente.
Él: ¿Y entonces a Moncho Muñoz ahora cómo le decimos?
Ella: Ramo. Así a todos sus asistentes les ponemos “secretarios del Ramo”. Y entre nosotros dos, quiero que tú me digas México. Es que cada vez me siento más cercana al país.
Él: ¿No será anticonstitucional?
Ella: Ay, si ya cambiaste el escudo nacional, quién te va a decir algo por esto.
Él: México...
Ella: Gracias, muchas gracias. Ahora tenemos que comenzar a actuar cuanto antes. ¿Cuál es un problema serio en México?
Él: No sé, no he leído los reportes de mis asesores.
Ella: Precisamente, que la gente no lee.
Él: ¿Y eso es un problema?
Ella: No, es un área de oportunidad.
Él: ¿Y cómo la aprovechamos?
Ella: Con un gran programa nacional: “Hacia un país de lectores”. Así todo contribuye hacia el Gran Plan.
Él: ¿Qué plan? ¿El Plan Nacional de Desarrollo?
Ella: Algo así, pero este plan incluye a ese otro y tiene metas más allá de 6 años.
Él: ¿Un Plan B?
Ella: No, un Plan E.
Él: ¿Eh?
Ella: Exacto. Primero tenemos que hacer una biblioteca enorme. Una megabiblioteca.
Él: Pero no hay presupuesto para libros.
Ella: No importa, leerán libros electrónicos. Imagínate cuantos arbolitos y arbolitas vamos a salvar. Además, así aprovechamos la donación del señor Rejas.
Él: ¿Cuál señor Rejas?
Ella: Pus el de las Ventanas, Vice: Vil Rejas, el que nos hizo la donación para llenar de computadoras las bibliotecas públicas. De los e-libros nos seguimos con el e-gobierno.
Él: ¿Por qué no gobierno-e? ¿Qué no iría así en español?
Ella: Es que así logramos una sinergia entre lenguaje y tecnología a través de procesos transversales.
Él: ¿Eh?
Ella: Ves. Precisamente por ahí va el Plan E. No te preocupes, ya entenderás cuando la Fase 2 entre en vigor y estos dos planos se toquen: el e-gobierno y los nuevos lectores. Esto nos permitirá una entrada triunfal a e-México. Mientras tanto, tú tienes un papel fundamental: emitir de manera sistemática una serie de frases erráticas que distraigan a todo mundo, para que podamos seguir tranquilamente con el desarrollo del Plan E.
Él: ¿Y yo por qué? Si somos 100 millones de mexicanos.
Ella: Genial, ésa la guardamos para un momento de crisis. Sigue así. Invéntate una para cada mes. Si puede, para cada semana.
Él: No, pregunto en serio. ¿Y yo por qué? ¿Por qué me elegiste a mí?
Ella: Para seguirte en todo, Vice. Y hablando de transiciones, el paso siguiente sería un programa de sustitución de importaciones en tecnología.
Él: ¿Para traer e-libros?
Ella: No, Vice. Vamos a traer la civilización. ¿Qué es eso de chutarse un tache y que le manchen a uno el dedo por el resto de la semana? Vamos a traer esas máquinas supermodernas de votación y conteo de votos que tienen en Florida. Eso lo enlazamos con las computadoras, que va a ser lo único que puedan leer la mayoría de los ciudadanos y listo.
Él: Ya me perdí. ¿Hacia dónde vamos, México?
Ella: Elemental, mi querido Vice. Hacia un país de e-lectores.
Etiquetas: Escritura, Secuelas del apocalipsis